Propone mantener las posturas durante varios ciclos de respiración. Se concibió para equilibrar la energía solar (masculina) y lunar (femenina) de nuestro organismo. Esto se consigue con la práctica de una serie de ASANAS (posturas), que se mantienen durante un tiempo prolongado para desarrollar la fuerza y la flexibilidad del cuerpo.
Se aprende a lidiar con la incomodidad y entrenamos nuestro cuerpo y mente para buscar la comodidad de cada postura con la ayuda de la respiración.
La práctica física es solo un paso previo para lograr un estado de mayor CONCIENCIA, una buena preparación para la MEDITACION y un avance en el camino hacia la iluminación ESPIRITUAL.